En España, conducir por zonas rurales o cercanas a cotos de caza conlleva el riesgo de encontrar animales cinegéticos (como ciervos, jabalíes o corzos) cruzando las vías. Estos encuentros pueden resultar en accidentes de tráfico que, además de los riesgos físicos, plantean cuestiones legales importantes sobre quién debe asumir la responsabilidad. En este artículo, revisaremos la normativa vigente, sus excepciones y el procedimiento recomendado para afrontar un accidente de este tipo.
La Regla General: Responsabilidad del Conductor
La normativa española establece que, como principio general, el conductor del vehículo involucrado en un accidente con un animal cinegético es el responsable. Esto significa que el conductor debe estar siempre atento, ajustar su velocidad y extremar precauciones al conducir en zonas donde estos animales puedan aparecer inesperadamente. Esta regla general tiene su base en el deber del conductor de actuar con diligencia y precaución, pues se considera que los riesgos propios de la conducción incluyen estar preparado para situaciones imprevistas, como la aparición de fauna en la vía.
En términos legales, se entiende que es obligación del conductor reducir los riesgos de colisión al tomar todas las medidas de prevención necesarias. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, el conductor será considerado responsable de los daños ocasionados en un accidente con un animal cinegético.
Excepciones: Situaciones en las que la Responsabilidad no Recae en el Conductor
Existen, sin embargo, ciertas circunstancias excepcionales en las que la responsabilidad puede desplazarse a terceros. Estas excepciones se aplican en casos específicos que implican factores externos al control del conductor:
- Accidentes Durante Cacerías Colectivas: Cuando un accidente ocurre en el contexto de una cacería colectiva (como una batida de caza mayor) o dentro de las 12 horas posteriores a dicha actividad, el titular del coto de caza puede ser considerado responsable. Esto se debe a que, en estos casos, el movimiento de los animales es una consecuencia directa de la actividad de caza, lo cual modifica su comportamiento natural y les impulsa a desplazarse de manera inusual, incluso hacia las carreteras.
- Deficiencias en la Infraestructura Vial: En ocasiones, la responsabilidad puede recaer en el titular de la vía pública (por ejemplo, la administración pública o una entidad privada gestora de la carretera) si no se han tomado las medidas de seguridad adecuadas. Esto incluye la falta de señalización que alerte sobre la posible presencia de animales cinegéticos o la ausencia de vallado protector en zonas especialmente propensas a la aparición de estos animales. Si se demuestra que la falta de señalización o barreras adecuadas contribuyó al accidente, es posible que el titular de la vía sea considerado responsable de los daños.
Estas excepciones tienen el propósito de ajustar la responsabilidad en función de las circunstancias específicas del accidente, permitiendo que la ley se adapte a situaciones en las que factores externos han jugado un papel determinante.
¿Y Si el Animal Proviene de un Coto de Caza?
La cercanía del accidente a un coto de caza no implica automáticamente que el titular del coto sea responsable. La normativa exige pruebas de que el animal procedía efectivamente del coto y que su presencia en la carretera fue consecuencia directa de alguna actividad realizada en el coto, como una cacería en curso o una deficiencia en la gestión del terreno.
Por ejemplo, si un jabalí es perseguido por cazadores y, en su huida, atraviesa la carretera, el coto podría asumir la responsabilidad. Sin embargo, si el animal se encontraba en las cercanías de manera natural, sin que haya una actividad de caza involucrada, no existe fundamento legal para que el coto sea considerado responsable.
Qué Hacer en Caso de un Accidente con Fauna Cinegética
Si te ves involucrado en un accidente de tráfico con un animal cinegético, es fundamental seguir ciertos pasos que pueden ayudarte a proteger tus derechos y facilitar la gestión del incidente. A continuación, se detallan los pasos recomendados:
- Notificación a las Autoridades: Debes comunicar el accidente a la Guardia Civil de Tráfico u otras autoridades competentes. Esta notificación oficial es esencial para que quede constancia del incidente, lo cual puede ser necesario en caso de futuras reclamaciones.
- No Mover al Animal: Es importante no tocar ni mover al animal tras el accidente. En primer lugar, podría suponer un riesgo adicional tanto para tu seguridad como para la de otros conductores. Además, alterar la escena del accidente podría complicar cualquier futura investigación.
- Documentación del Accidente: Si las circunstancias lo permiten, es útil tomar fotografías del lugar del accidente, el vehículo y el animal. Esta documentación gráfica puede ser muy valiosa si decides presentar una reclamación, ya que proporciona pruebas del estado del lugar y de las circunstancias del siniestro.
- Asesoramiento Legal: En caso de que los daños sean considerables o exista una duda razonable sobre quién debería asumir la responsabilidad, es recomendable consultar con un abogado especializado en responsabilidad civil o en derecho de tráfico. Este asesoramiento puede orientarte sobre la mejor forma de gestionar la reclamación y proteger tus intereses.
¿Qué Dice la Ley Sobre los Seguros?
Es importante revisar la póliza de seguro del vehículo, ya que muchas pólizas incluyen coberturas específicas para accidentes con fauna cinegética, aunque otras no. Este tipo de cobertura puede ser un recurso útil para afrontar los gastos derivados de un accidente con un animal cinegético, especialmente en zonas rurales donde es más probable encontrarse con esta situación. Si tu seguro no contempla esta cobertura, podrías estar asumiendo personalmente los costes de los daños materiales.
Además, algunas compañías de seguros pueden ofrecer orientación adicional en caso de accidente con animales, lo que facilita los trámites de reclamación. Asegurarte de que entiendes las condiciones y coberturas de tu seguro es una medida preventiva que puede reducir considerablemente los problemas derivados de un accidente de esta índole.
En definitiva:
La normativa española, en general, atribuye al conductor la responsabilidad de los accidentes con animales cinegéticos. Sin embargo, existen excepciones que permiten asignar la responsabilidad a terceros, como el titular de un coto de caza o la entidad gestora de una vía, en circunstancias específicas y siempre que haya evidencia de factores externos que contribuyeron al accidente.
Conducir con precaución en áreas rurales o en cercanías de cotos de caza sigue siendo la medida más eficaz para evitar este tipo de siniestros. Sin embargo, en caso de verse involucrado en uno, conocer los procedimientos a seguir y las posibles responsabilidades legales puede marcar una diferencia significativa en la protección de los intereses del conductor.
Al final, este conocimiento no solo puede facilitar la defensa de los derechos del conductor en un contexto de responsabilidad civil, sino también reducir los riesgos asociados a este tipo de accidentes, proporcionando un marco de actuación claro y seguro para todos los implicados.
Gracias por esta información